Los negocios online están alcanzando mucha popularidad, y no es de extrañar si tenemos en cuenta que son una buena alternativa tanto para quien busca una actividad a la que dedicarse profesionalmente como para quien busca unos ingresos extra que compaginar con otro trabajo o incluso otro negocio. Entre las diferentes opciones que podemos elegir si queremos ganar dinero online, una de las que más expectación levanta es la venta sin stock. Por eso vamos a ver qué es dropshipping y cómo empezar un negocio de estas características.
Qué es el dropshipping
Es un modelo de negocio que se basa en la venta a través de Internet, y que está a medio camino entre tener un e-commerce y una web de afiliados.
Su principal característica es que nos permite tener nuestra propia tienda online y vender productos a consumidores de cualquier lugar del mundo pero sin tener que disponer de stock ni preocuparnos por la logística asociada a las ventas a distancia.
En realidad los productos que mostramos en nuestra tienda van a ser enviados al comprador directamente por el proveedor, y nosotros a cambio nos vamos a llevar una comisión (de ahí su similitud con el marketing de afiliados).
Cómo funciona
En este caso tenemos tres partes dentro de la relación comercial. Primero está el titular de la tienda online que funciona a través del sistema dropshipping, el emprendedor. Luego está el proveedor de los productos mostrados en la tienda del emprendedor, el dropshipper. Y por último tenemos al consumidor, que recibirá su producto con total normalidad y posiblemente ni sepa que ha hecho su compra en una tienda que funciona con este modelo comercial.
El dropshipping en España se ha hecho muy popular por ser una buena forma de tener un negocio propio con una inversión mínima.
Solo tienes que asumir los costes asociados a la creación y posicionamiento de la página web, pero no tienes que hacer un desembolso en comprar el stock que vas a vender y tampoco en ningún local o almacén para tener almacenada esa mercancía.
El dropshipping es una venta sin stock, lo que permite ahorrar costes y también facilita mucho la gestión. Tu trabajo como titular de un negocio de este tipo se limita a trabajar bien la web para que reciba tráfico y prestar el servicio de atención al cliente. Es el dropshipper el que se encarga del trabajo duro, que es hacer llegar la mercancía al cliente final y gestionar las devoluciones en caso de que estas se produzcan.
Si tu sueño es tener una tienda online y no tienes suficiente dinero para ello, o te faltan conocimientos sobre la gestión de este tipo de negocios, optar por un dropshipping puede ser una muy buena opción porque es una venta sin riesgo.
Es un sistema con el que gana tanto el titular de la tienda como el proveedor. El titular porque se lleva una comisión por cada venta hecha a través de su web, y si tiene mucho tráfico puede obtener unos beneficios bastante interesantes. Por su parte, el proveedor consigue vender sus productos sin necesidad de tener que invertir en una página web y marketing. En su lugar tiene a cientos de personas en todo el mundo dispuestas a vender sus productos y hacer el trabajo de comercialización.
Cuáles son sus beneficios
La inversión es menor
Emprender nunca es fácil, y encontrar el dinero necesario para poner en marcha un negocio es una de las partes más difíciles. Pero si optas por un negocio digital como el dropshipping puedes ser el titular de tu propia tienda online con una inversión mínima, porque no tienes que comprar stock para venderlo.
Además, al ser un negocio que requiere de poca inversión es fácil recuperar la misma una vez que la web empieza a funcionar y se van aumentando las ganancias.
La gestión es mucho más sencilla
Todo lo relacionado con la logística puede llegar a ser bastante complejo, especialmente en fechas señaladas como el Black Friday, Navidad, rebajas, etc.
Si estás al frente de un e-commerce tradicional tienes que asegurarte de aprovisionarte bien para tener stock suficiente para afrontar los pedidos. Pero tampoco te puedes pasar, o acabarás perdiendo dinero si compras productos que luego no consigues vender.
Además, cada vez que llega un pedido tienes que hacer las labores de empaquetado y envío, y cuando por fin el producto llega a manos del cliente es habitual tener que lidiar con devoluciones y problemas.
Todo esto es extremadamente complejo para alguien que puede no tener ni idea sobre cómo funciona un negocio. Y lo bueno de un dropshipping de ropa o de cualquier otro producto es que estos problemas no existen, porque de todo lo relacionado con la logística se encarga el proveedor de los productos.
Los gastos fijos son bastante asumibles
Como emprendedor debes prestar especial atención a los gastos fijos, que son esos que tienes que asumir de forma periódica y que se pueden llevar una buena parte de tus beneficios.
Al no tener stock no tienes que alquilar un almacén para guardar la mercancía. De hecho, puedes gestionar tu negocio desde la comodidad de tu casa, lo que reduce de forma muy notable los gastos fijos, que al final se limitarán al pago de la conexión a Internet, luz y poco más.
Puedes trabajar desde cualquier sitio
De un tiempo a esta parte se habla mucho de emprendedores nómadas, que son aquellos que pueden gestionar su negocio desde cualquier lugar del mundo. Hoy pueden trabajar desde su casa en pleno centro de la ciudad, pero mañana pueden seguir gestionando su negocio mientras disfrutan de la tranquilidad del pueblo de su familia o incluso mientras dan la vuelta al mundo.
Lo bueno del dropshipping es que para gestionar tu negocio solo necesitas un ordenador y una conexión a Internet, así que puedes trabajar incluso mientras tomas el sol en la playa.
Es un negocio escalable
Un negocio escalable es aquel que puede crecer de forma fácil, y eso es justo lo que ocurre aquí. Si tu web va bien puedes explorar diferentes vías para conseguir vender más, como llegar a nuevos acuerdos con otros proveedores o ampliar tu catálogo con productos accesorios o complementarios a los que ya vendes.
Cómo hacer dropshipping
Luego verás que en el dropshipping cómo empezar no es complicado, pero antes de ponerte manos a la obra es necesario que tengas claro los pasos básicos que hay que dar.
Elige tu nicho de mercado
El nicho de mercado es una parte del mercado en la que los consumidores tienen unas características comunes que hacen que necesiten o les gusten unos determinados productos o servicios.
Lo que haces al elegir el nicho de mercado es decidir lo que vas a vender en tu tienda. Aunque muchos prefieren empezar por artículos que les gustan mucho, cuando se trata de hacer negocios es mejor hacerle caso a la razón y pensar de forma objetiva.
Usando herramientas como Google Trends o el planificador de palabras de Google te puedes hacer una idea sobre los términos más buscados por los usuarios y eso te ayudará a decidir qué vender. Porque es fundamental que los productos que muestras en tu dropshipping tengan una buena demanda por parte de los consumidores, ya que en caso contrario no conseguirás ventas.
Analiza a la competencia
La gran mayoría de los nichos de mercado están muy explotados, lo que implica que te vas a encontrar con mucha competencia. Sin embargo, esto no debe desanimarte, sino todo lo contrario.
Debes conocer en profundidad a quienes compiten contigo en tu sector para ver qué puedes hacer tú mejor que ellos.
Elige a tu proveedor
La elección del dropshipper es uno de los pasos más importantes cuando se trata de cómo hacer dropshipping, porque tu imagen como vendedor va a depender tanto de la calidad de los productos que este entregue a los clientes finales como del servicio logístico que les ofrezca.
Existen webs especializadas (algunas de pago) en las que los proveedores se dan a conocer y se muestran abiertos a negociar nuevos acuerdos de colaboración con emprendedores.
Lo mejor en este caso es consultar con otras personas que trabajen con ellos, e incluso hacer un pequeño pedido de prueba para poder analizar la calidad de los productos y comprobar cuestiones como los tiempos de entrega y el packaging.
Una vez que hayas encontrado al proveedor más interesante para ti, firma el contrato con él. Seguramente no puedas negociar mucho el acuerdo que te ofrece, pero siempre puedes intentar obtener alguna pequeña mejora.
Cómo puedes empezar a hacer dropshipping
Ahora que ya tienes toda la información y has tomado decisiones es hora de empezar a trabajar en la construcción de tu negocio. Lo que necesitas es crear una buena tienda online y conseguir llevar tráfico cualificado hacia ella.
Crea tu tienda de dropshipping
Para empezar tienes que elegir un buen nombre. Pero no es necesario complicarse mucho la vida, lo mejor es un nombre corto y sencillo de recordar. A ser posible, que permita al consumidor identificar rápidamente qué vende la tienda.
Si no se te da bien elegir nombres puedes usar generadores de nombres comerciales. Puedes encontrar online algunos que funcionan de forma gratuita y que te ayudarán a tomar tu decisión en apenas unos minutos.
Una vez elegido el nombre ya puedes dar el paso de registrar el dominio para tu web. A la hora de elegir la extensión mejor escoger .com. Te puede salir el dominio un poco más caro, pero merece la pena porque es el más usado.
El siguiente paso es contratar un hosting para alojar tu web. Aquí lo mejor es optar por uno que te ofrezca asesoramiento en castellano, que haga copias de seguridad de tu web de forma automática y que tenga una atención al cliente 24/7. Lo bueno es que ya hay muchas empresas que te ofrecen registro de dominio y alojamiento web.
Después viene un paso fundamental, la creación de la página web. Debes decidir qué CMS vas a utilizar, el estilo que quieres para la página, las categorías, etc.
Ten en cuenta que de la estética y el diseño de tu web depende en gran medida que el usuario tenga una buena experiencia y acabe comprando e incluso volviendo en el futuro para comprar más. Si no sabes muy bien cómo afrontar esta tarea, lo mejor es dejarla en manos de profesionales.
Esto supone un pequeño coste extra, pero dado que la web es tu escaparate de venta y que al montar un dropshipping vas a ahorrar en costes como el stock, te puedes permitir hacer una inversión en una página de calidad.
Promociona tu negocio
Llega el momento en que todo está listo, tu proyecto es ya una realidad y ahora toca esperar a que lleguen los primeros clientes para empezar a ganar clientes.
Pero un buen emprendedor nunca debe limitarse a sentarse de brazos cruzados y esperar que las ventas se produzcan. Como titular de un dropshipping, casi el 100 % de tu esfuerzo debe estar dedicado a promocionar tu negocio.
El marketing online no debe tener secretos para ti. Debes indexar tus contenidos en Google y empezar a trabajar el SEO para mejorar el posicionamiento. Para ello te puede resultar de mucha ayuda contar con un blog, aunque también necesitarás trabajar en el SEO de las descripciones de los productos e incluso de las imágenes.
No puedes olvidarte del SEM, la publicidad pagada en Google que tan buenos resultados da, ni tampoco de darte a conocer en redes sociales y, en definitiva, utilizar todos aquellos canales que sean susceptibles de llevar tráfico hacia tu tienda online.
Y cuando parece que la tarea acaba, es hora de volver a empezar. Tienes que monitorizar todo lo que has hecho y analizar los resultados. Así sabrás qué estrategias de marketing te funcionan mejor y debes potenciar y cuáles puedes dejar de lado.
Ahora que ya sabes qué es el dropshipping y cómo poner en marcha un negocio de este tipo, ¿te atreves a dar el paso de emprender online?