La aparición de nuevas tecnologías lleva consigo el inevitable cambio del mercado. Hoy en día, se encuentra prácticamente de todo a la venta por internet y es por ello que el marketing digital, cada vez cuenta con una mayor importancia. Este marketing online, abarca un montón de secciones diferentes y tiene incidencia desde la importancia de la propia página web, así como su diseño y demás aspectos como la promoción y la publicidad del negocio. En este sentido, al igual que pasa con las tecnologías, la evolución permite disfrutar de nuevas formas de darse a conocer, de promocionarse, en definitiva, de dar publicidad a nuestro negocio y en este sentido, los influencers tienen mucha tela que cortar.
Se denomina como influencer a aquella persona que cuenta con un número bastante importante de seguidores dentro de una red social. De hecho, el éxito de un influencer se suele medir en base a este número de seguidores y también las reacciones que suscitan cada una de sus publicaciones. Estos influencers, como su propio nombre indica, influyen directamente a su audiencia, por lo que es fácil que puedan poner de moda una determinada frase, forma de hablar o un estilo propio. Teniendo en cuenta todo esto, es un hecho que contar con estos influencers para publicitar nuestra marca, puede tener grandes beneficios para nuestra empresa.
Si tenemos en cuenta la contratación de un influencer, primero tenemos que tener claro a donde queremos llegar con él o lo que pretendemos obtener, por lo que un análisis de la situación es necesario. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta un aspecto importante, como es que la gran mayoría de los influencers, suelen tener un target bastante determinado. Esto es una gran ventaja que a la vez se puede convertir también en un inconveniente. Resulta bastante interesante, que si por ejemplo queremos promocionar una librería, podemos contar con un influencer que se dedique a la literatura, análisis de libros o cualquier otro tipo de contenido relacionado. De esta forma, nos aseguramos de que el público con el que él o ella cuenta, es un público que puede estar interesado en nuestro producto.
Un influencer nos permite determinar con mayor facilidad el target de nuestro producto
Gracias a esto, la publicidad que hagamos a buen seguro será mucho más efectiva, puesto que la propia audiencia, sigue al influencer porque realmente le resulta interesante el tema que está tratando. Esta publicidad por lo tanto, tendrá una mayor posibilidad de generar una venta y es probable que se termine amortizando con seguridad. Para ello, un aspecto también importante, es que la opinión del influencer sea sincera. El público, de forma habitual, busca en estos influencers sinceridad. Lo que quiere decir esto, es que la opinión de una persona tiene mucho mayor peso, cuando realmente se trata de una opinión sincera a una opinión comprada.
Si por ejemplo, hacemos que el influencer que elijamos haga un anuncio publicitario del mismo, tendrá mucha menos repercusión que si cedemos el propio artículo al influencer y este ofrece su opinión personal acerca del mismo. Una vez más, tenemos que tener en cuenta a nuestro propio producto y ver lo que pretendemos conseguir con el mismo. Si estamos hablando por ejemplo de una nueva bebida, si realmente sabemos que la bebida es buena y lo que estamos buscando con ella es llegar a un público determinado en concreto, una opinión positiva calará mucho más que un mero anuncio comercial. La gente es bombardeada diariamente con todo tipo de publicidad y la publicidad en exceso cansa y se termina por ignorar y aborrecer.
Merece la pena tener en consideración algún aspecto negativo que podamos sacar de la contratación de un influencer. Al tener un tipo de público determinado, seguramente la propia difusión del producto termine por ser algo más específico, por lo que es probable que se pierda una audiencia que pudiera estar interesada pero que no siguiera al influencer por una u otra cuestión. De esta forma, podemos perder algún tipo de cliente potencial y estaríamos enfocando al marketing en una faceta mucho más directa, la de buscar clientes entre personas que ya se encuentran interesadas en el propio mundo del producto en cuestión, en lugar de tener en consideración a personas que desconocieran el producto y que se pudieran sentir atraídas.
El humor es la unión de todo
Para poder combatir este aspecto negativo, hay un vínculo de unión que termina rápidamente con ese problema, el humor. Existen influencers dedicados a los vídeo juegos, otros dedicados a la moda, otros dedicados al bricolaje, otros a la cocina… pero hay otros tantos de ellos, que hacen contenido familiy friendly y que se dedican al día a día en general. En este caso, nuestros anuncios pueden resultar bastante más interesantes debido a que la audiencia de los mismos es general, por lo que podremos abarcar muchos más campos y será posible llegar a una mayor diversidad entre los usuarios.
A grandes rasgos, estos son algunos de los elementos que tenemos que tener en cuenta a la hora de considerar el utilizar un influencer o no. De forma general, las ventajas que tiene son bastantes. En primer lugar, muchos de ellos suelen ser mucho más económicos que cualquier otra forma de publicidad más tradicional, ya no hablemos de un anuncio en televisión. Otro aspecto importante, es que la publicidad siempre quedará ahí, esto quiere decir que si dicho influencer ha hecho un vídeo o subido una foto a una plataforma, ese contenido quedará ahí y con el paso del tiempo se podrá volver a visualizar, incluso gente que haya conocido al influencer por primera vez, podrá ver dicho contenido. Esto es algo que no pasa en un anuncio de televisión cuando se deja de emitir o en una cuña de radio por ejemplo. En definitiva, son una serie de ventajas que pueden tenerse en cuenta a la hora de contratarlos, además de tener en consideración que la totalidad de su contenido es digital y se puede reproducir cómodamente desde un Smartphone, que es algo con lo que cuenta prácticamente, la totalidad de la población.