Ya ha pasado casi dos meses desde que las noticias relacionadas con el uso de la carne de caballo para productos alimentarios ocupaban los medios de comunicación.
Ahora, La Cocinera, perteneciente a Nestle, una de las marcas implicadas en este revuelo lanza una campaña para abordar esa crisis de reputación y recuperar la confianza de los consumidores, también para dar las gracias a quienes, a pesar de todo, no han dejado de consumir sus productos.
La campaña consiste en una gráfica de prensa y un spot de un minuto en televisión en el que los propios trabajadores recorren las instalaciones de la fábrica como una gran familia, elaborando los productos de forma similar a la que lo haríamos en nuestra propia casa.
Sin duda se trata de una campaña muy previsible, pero no por ello menos inteligente, por parte de la gran marca, se ha esperado un tiempo prudencial para que los consumidores olviden, en gran medida, la crisis de la carne de caballo y se ha reforzado la imagen y la calidad de los productos de la marca siendo sus propios trabajadores quienes recomiendan el consumo de los mismos.
Un buen ejemplo de que ninguna empresa está a salvo de una crisis de reputación y de que la mejor acción es reconocer los posibles errores, afrontar la crisis y tratar de salir de ella lo antes posible.